viernes, 8 de octubre de 2010

poemas de TRANSPARENCIA DE LA SANGRE

  

En una plaza está escrito

En una plaza está escrito:

“Te amo tu lo saves
Me quieres
Lo dudo

Pensaba en voz para siempre
Talves ya no quieres saber
mas de mi
y estos años te parecen poco

Mi vida parece acavarse”

Con esto queda perfectamente demostrado
que el amor es más fuerte que la ortografía
pero no más fuerte que el tiempo

Nacer gato

Morir más de una vez
Caer siempre de pie
Mirar con misterio
Dormir en las faldas
cerca de los pechos de una mujer
Tener una interminable vocación para el ocio
y no sentir vergüenza de un canto desaforado
durante noches enteras
como quien se va de juerga
a latitudes inalcanzables
dándole duro a la parranda
inmune a ladridos de críticos
o cualquier otro mal

Acompañar largamente a la luna
sin temor a que caiga
cada tonelada de espacio estrellado
sobre las tejas que hacen a veces
de caparazón contra la lluvia
y otras veces de burdel
Tener oficio de atleta o cazador
o de simple vago sin otra vocación

Si despierto en otra vida siendo un gato
como me lo han deseado
quizá no sea tan malo


para alejandro valdez

Voladores

Vicios vacíos victoria
olas alas
hilos halos
Los que vuelan vuelan
Los que caen caen
al odio o al infinito
Vuelan
a los otros
a los que no fuimos
a los de siempre
Alas torcidas vuelan
los que vuelan torcidos
de nada a nada
de cabo a rabo
de tumbo en tumbo
Vuelan tras los conciertos
o en las plazuelas
o en los baños
como piratas por la tierra
reconfortando a sus ratas espirituales
paseando a sus cocodrilos
Vuelan
Empiezan sin acabar
Estiran la pata
Pero vuelan
como ciegos y como cojos
como besos que no han sido dados
como sacando la lengua
como moliendo hojitas
como el humo
de nuestros cuerpos incinerados
Vuelan

Egosofías

Yo soy la nieve
Yo no soy la nieve

Yo estoy en calma
Yo no estoy en calma

Yo creo en dios
Yo no creo en dios

Yo soy un hipócrita
Yo no soy un hipócrita

Yo soy normal
Yo no soy normal

Yo estoy loco
Yo no estoy loco

Yo hago lo que digo y digo lo que pienso
Yo no hago ni digo ni pienso

Yo me niego
Yo no me niego

Yo te deseo
Yo no te deseo

Yo me voy
Yo no me voy

Yo odio lo que amo
Yo amo lo que odio
Yo te amo
Yo no te amo
Yo no amo nada

Yo no escribo
Yo escribo

Yo no soy ahora
Yo no soy nunca

Stop!
El juego de la levitación

Que juego maravilloso
ese de la levitación

Las nubes siendo
a voluntad del viento
caretas de diablos
del carnaval de Oruro
o blancos dragones
de la lejana China

Las nubes que se suicidarán pronto
en millones y millones
de sus partes más bellas
hermosas
por estar destinadas a morir


Diablada I

Desde lo más profundo
perpetuo y oscuro
de mi corazón de humo
marca el paso y avanza
una diablada torrencial
la corte de mi sangre que estalla
con una perdida espuela de bronce
que salpica su vaivén entre la lluvia
condenada a aguijonear la danza
por los socavones de mis venas

Mi fe es
tener un hilo de oro
y bordarme en el pecho
la serpiente que me enseñará
las aguas que debo beber
La víbora de mis lágrimas
Mis lágrimas de candelero

La noche me ha amamantado
hasta escampar en mi existencia

Pido una oración que no te defraude
destino
bella luz
que recibes la eternidad del círculo
de mi hambre y saciedad
de la alegría al borde de mi congoja
una oración que te complazca y me libere
Madre vida
Madre muerte
Madre al fin

El facho taller de tristeza


Verte siempre a mi lado
y odiar como si estuvieses
en otra calle que no retorna
tomada de la mano de otro
que soy yo y un fantasma que me invento

Me balanceo agarrado de la invisibilidad
como un mono en su jaula
inadaptado a tus ojos

Tú no lo dices
pero después de besarme
te limpias la ceniza de la boca
y me esperas en cada esquina
y no puedo alcanzarte
No puedo ser feliz

Atrás mi selva de bichos brillantes
espera que aprenda a lamer de nuevo
la oscuridad y el misterio
de un vuelo vertical de murciélago
dispuesto a clavar sus colmillos en la noche
y succionar sus recién nacidos

Un reino más temible que el terror vive en mí
Debo mudar de cuerpo
y ser un fusil o una navaja

No la guitarra que se aproxima a ti
para callarse eternamente
sino la que se salva del odio
que incuba huevos en las cartas
que algún brujo usó
para leer nuestra suerte

La ciudad no está aquí
El país no está en mí
Dios no está
Mi respiración es mi casa
Mi casa está devastada
Mis madres son escorpiones
que me crían sobre la arena
Quieren acariciarme pero me atenazan
Mis padres huérfanos de sí mismos
me distorsionan en los cristales de su alquimia
y aún así aprendo a darle forma a las nubes

Soy todos los animales del mundo
Me devoro a mí mismo para poder vivir

Sólo en la autodestrucción
alcanzo a palpitar
la roja realidad de mi existencia

Yo no canto a la bandera
Yo serrucho el mástil

Mi cuerpo tibio a tu lado
es el azulejo frío de los sueños

Yo estoy sobre los cerros
llorando el ocaso
Tengo las venas abiertas
Soy un músico
Soy un muerto
Cualquier tonada de las quenas
es mi autopsia

Encarroñate conmigo

En la punta de la lengua
vive el amor
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario