jueves, 10 de noviembre de 2011

El perro de goya

El perro de Goya


A Jaime Achocalla

Lo que pasa

pasa sobre el mundo

— pasas en la mesita

de la sala de estar—



Es delincuencia

no saber sostener en pie

la estatua de lo creado



Muerde mármol

Todo debe destruirse



Caliente el cariño vaporoso

de la sopa o la sangre fresca



Sobre la mesa se derrama

un doloroso cumpleaños

Ruptura de un eje

que de trompo en trompo

se ha hecho un filme

de cine mudo

Nada que decir

Simplemente nada que decir



No es época de mirar

a la lluvia con ternura

La sensualidad debe ser táctil

Mojarse con alcohol en la madrugada

oyendo cómo nos llaman

desde la oscuridad

los hijos del desprestigio

llenos de música



Tampoco vengas a mirarme

con tu matemática de soslayo

Ya no estoy tras tus huesos

Estoy harto de la arqueología del corazón

Me dejo llevar

por el infierno y la dulzura



Déjame decirte

que el cielo no se acuerda

de que alguna vez amamos



Libre de tu inquisición

no doy explicaciones de mi felicidad



Soy el perro de Goya

Miro hacia donde nadie podrá mirar jamás

Me reservo el misterio

y el derecho de ladrar





No hay comentarios:

Publicar un comentario