lunes, 26 de septiembre de 2011

amiguitos

a Adriana Lanza




No el abuso

sino la vocación de ternura



Dentro

No el espejo

más bien un abismo

y aún así

te contemplas







Mirando el atardecer desde la recoleta con un corazón cruel



A Janina Camacho



Hoy que vemos el sol morir

y que el Omar espera misterioso

a ofrendar azúcar a la luna

hordas inmisericordes de púberes próceres

que amanecen en el sexo

han gravado con ansias de eternidad

—y baja ortografía—

sus nombres en los pilares de la recoleta



Qué puedo decir yo

que traigo a Wari conmigo

a cuidarme la espalda

en la noche

y hablamos de los ojos

que en sus dilataciones

cosen el dramático venir de las cosas



La calma está con sus turistas de recreo

Tomate un sorbo de poesía

Ch´allaremos

Cada vez que brilla la luna

la sed está despierta

toda la noche



Ya no quiero pensar

Mi corazón está en otro misterio



Borrachos

por las largas páginas

los poetas ruedan

como planetas enfermos y felices





Lo que siento

es un largo adiós

que arrastro y no digo



Aquella noche en el bar

para mí era medio sueño



Luego a romper sin motivo

el cascarón de la madrugada



La Janis es ruda

les digo a mis amigos

Es mi bruja favorita



Algún día

estaremos navegando en el barco ebrio

y naufragaremos seguramente

a leer poemas en alguna playa de estacionamiento

con su respectiva licorería 24hrs



El ebrio olvida

Por si acaso

anotemos en la servilleta blanca

de una nube







poeta del entreacá visita oruro



a Emma Villazón

Más abajo

de la constelación:

La innombrable maza

se masifica

y somos duendes

del mes de septiembre

hablando de los trenes



Esta mañana

la canción

de las nubes

fue irse



Desayuno

almuerzo

y cena

en el center





Mi casa está

cosida al cerro

por eso cuando

me voy

también

tengo

derecho

de parchador



De nuestras caídas

avanzamos

o cuando menos

somos un bonito

cementerio



Expulsiones

de cuando

en cuando

con la risa

y el destino



Hace una semana

caminaba en un poema

por el infierno

y charlaba con el sol

Tomamos un atajo

con emma villazón



Yo sé tomar cerveza

pero no sé

dejar de tomarla



Para la vida

no tengo tiempo



“Leé más carajo”

Le decimos a la calle

vacía sin carnaval



Carajo

que bella palabra

Saber que poesía es esto

o cualquier cosa



Mi graffiti:



Dar gracias en silencio mirando

la profunda ausencia de mis amigos


Rock scout con bordado de corazón loco


A Omar Alarcón

Me dedico a correr todas las noches

A mirar los ojos del ratón que ruge

debajo de los leones de bronce

que hay en nuestras plazas



No quiero ni tengo ganas de creer en mí

creo más bien en el paso de los días

por mi cuerpo



hay quien no sabe caer y

vuela en cometa de papel de crepé



En las noches sin ajenjo

—muy a mi pesar—

viaja el loco

a ofrendar azúcar a la luna



Yo le he visto bailar en los ríos

y agitar una cadena de motociclista

mientras leía un poema



Sé que aprende de los mimos

la blancura de la muerte

y la alegría de callar

para que otros rían



Juntos abrimos la boca

para la carcajada o el bostezo



Viajamos cerca del precipicio y decimos

“¡Cállese señora!”

a la mala suerte

aunque un japonés nos espere en la madrugada

y aunque no sepamos karate

Damos la lucha



Bebemos en otra copa

la de los árboles

la que nos sirve el sol

Yo me acabo todo de un sorbo

y oigo la maldita primavera

Aparte

Somos un rock scouts



Me voy

Por tobogán

a la locura

con mondonguito

chorizitos siete lunares

y lectura en el pacheco

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